
¿Por qué del dolor de espalda?
El dolor de espalda es simplemente eso: dolor en la espalda. El dolor puede permanecer localizado en la columna o puede irradiarse a las nalgas o las pantorrillas (ciática). La mayoría de los episodios de dolor de espalda tienen su causa en trastornos mecánicos. En muchos casos, la inactividad, por ejemplo, estar mucho tiempo sentado o de pie, agrava los síntomas del dolor de espalda. En raras ocasiones, puede ser el resultado de más 60 enfermedades graves y puede provocar una discapacidad importante y un aumento de los gastos médicos. La buena noticia es que aproximadamente la mitad de las personas con lumbalgia mejoran en 1 o 2 semanas, y el 90 % se recupera en 8 semanas.
Datos Importantes
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Aproximadamente el 80 % de la población mundial sufre dolor de espalda en algún momento de su vida.
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La lumbalgia es un problema muy frecuente y en pocas ocasiones se asocia a una enfermedad grave. Sin embargo, causa discapacidad en 5.4 millones de estadounidenses y cuesta al menos USD 90,000 millones en gastos médicos y no médicos.
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El diagnóstico de lumbalgia se realiza a través de una evaluación de los antecedentes médicos y un examen físico, y en pocos casos requiere de pruebas costosas o incómodas.
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La gran mayoría de las personas se recupera de la lumbalgia manteniéndose activas, haciendo ejercicios y tomando medicamentos para aliviar el dolor de manera ocasional.
¿Qué causa el dolor de espalda?
La mayoría de los episodios de dolor de espalda tienen su causa en trastornos mecánicos relacionados con accidentes o con incidentes ocurridos al levantar peso, o cambios progresivos asociados al envejecimiento. En el 10 % de los casos, el dolor de espalda es consecuencia de enfermedades sistémicas.
Los trastornos que afectan a la parte inferior de la espalda se pueden dividir en “mecánicos” y “sistémicos”. Los siguientes son algunos de los trastornos mecánicos que pueden provocar dolor de espalda:
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Distensiones musculares
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La osteoartritis y la enfermedad degenerativa del disco
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Una hernia de disco intervertebral
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La estenosis espinal o estrechamiento del canal que ocupa la médula espinal.
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La hiperostosis esquelética idiopática difusa (DISH), como resultado del crecimiento excesivo de los huesos.
¿Cómo se diagnostica y se trata el dolor de espalda?
Habitualmente, se necesita conocer los antecedentes médicos, hacer un examen físico y estudios de radiología estándares para diagnosticar la lumbalgia. En algunos casos, aquellas personas que no responden a la fisioterapia inicial pueden someterse a pruebas por imágenes especializadas, como una resonancia magnética (MRI) o tomografía computarizada (CT) para verificar si, además, hay tejido blando, hernia de disco, estenosis espinal, tumores o lesiones nerviosas.
Cuando se trata el dolor de espalda, el reposo en cama debe mantenerse al mínimo. Los pacientes deben seguir haciendo sus actividades cotidianas, siempre que sean tolerables. La derivación a un terapeuta para desarrollar un programa de ejercicio individualizado y recibir educación sobre cuidados de la espalda baja es muy recomendable para los pacientes con dolor de espalda.
Si bien se debe suspender la actividad física excesiva hasta que se alivie el dolor, hay ejercicios que pueden ayudar a disminuir el dolor. Los ejercicios para el manejo del dolor pueden incluir ejercicios de flexión (doblarse hacia adelante), ejercicios de extensión (doblarse hacia atrás), estiramiento y fortalecimiento.
Los masajes con hielo de 5 a 10 minutos aplicados en un área dolorida dentro de las primeras 48 horas de inicio del dolor pueden ayudar a aliviarlo. El calor puede ayudar a relajar los músculos y puede utilizarse para tratar el dolor de espalda que dura más de 48 horas. En muchos casos, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) son adecuados para controlar los episodios de dolor de espalda, y los relajantes musculares pueden ayudar a aquellas personas con movimiento limitado a causa de la tensión muscular.
Está comprobado que la masoterapia (tratamiento manual) ayuda a las personas con dolor muscular crónico, y se sabe que algunos pacientes con dolor de espalda de origen mecánico en la zona cervical, torácica o lumbar mejoraron con la manipulación espinal (únicamente puede realizarla un osteópata debidamente cualificado).
Una pequeña parte de los pacientes con lumbalgia puede necesitar una cirugía, en especial aquellos que tienen dolor en la pierna a causa de una hernia de disco intervertebral, estenosis espinal o tumores que afectan las estructuras de la columna.
Convivir con el dolor de espalda
En la mayoría de los casos, las personas con lumbalgia mejoran en un plazo de dos a seis semanas. El objetivo es minimizar las recurrencias y, si bien estar en buen estado físico no previene todos los episodios de dolor de espalda, hará que sea más fácil resolverlos. Es posible que deba hacer cambios en su estilo de vida. Asegúrese de estar atento a su cuerpo, hacer ejercicio, alimentarse bien y mantener un estilo de vida saludable. Si fuma, deje de hacerlo, ya que es un factor de predisposición para el dolor de espalda. Por su parte, la obesidad no provoca dolor de espalda, pero es un factor que dificulta la resolución del problema. Si tiene sobrepeso, trate de aumentar su nivel de actividad física y comer alimentos más saludables para estar en forma. No hay una dieta en particular que prevenga los episodios de lumbalgia.
Referencias
Back Pain. American College of Rheumatology. Robert W. Richardson,(FT), miembro de la Asociación Estadounidense de Fisioterapia (APTA); y revisado por el Comité de Comunicaciones y Mercadotecnia del Colegio Estadounidense de Reumatología. Actualizado en diciembre de 2020
